
Cuando pensamos en un club, lo asociamos con buenos momentos: encuentros con amigos, deportes, hobbies, descanso… En un club, las personas se asocian libremente para compartir intereses comunes y actividades de diferente índole.
Durante la semana del 4 al 7 de junio Beth Shalom se transformó en un espacio para clubes. Más allá de dar oportunidad para compartir buenos momentos, fueron planeados para alcanzar un propósito mayor: “Potenciar creativamente las habilidades y talentos de nuestros estudiantes para desarrollar sus competencias, de manera que sean verdaderos agentes de cambio e impacten positivamente su entorno”.
El descubrimiento de habilidades , el trabajo en equipo con nuevos compañeros, la apropiación de competencias y mucho entusiasmo, fueron protagonistas en los clubes.
El descubrimiento de habilidades , el trabajo en equipo con nuevos compañeros, la apropiación de competencias y mucho entusiasmo, fueron protagonistas en los clubes. Cortometraje, fotografía, magazine, teatro, campismo, escultura, danza y música, microfluídos, lidiomas, expedición botánica, feria de la ciencia, títeres, cine foro, creación de modelos y maquetas, matemáticas y arquitectura, robótica, informática (“hackers”), fueron algunos de los temas a los que se dedicaron, en una semana de nuevas experiencias y aprendizajes.
Profesores y directivas del colegio, junto con invitados especiales, conformaron el equipo que lideró los clubes. Profesionales en educación, ingeniería, música, artes, ingeniería y diseño gráfico, planearon y dirigieron cada proyecto durante una semana. Y, el 10 de agosto, en el Beth Shalom Day, los trabajos fueron exhibidos y presentados a la comunidad, como en la mejor feria de creativos. Sus creadores se apropiaron de su rol de presentadores y explicaron con claridad y alegría, sus proyectos.
El entusiasmo de los estudiantes y la admiración de los padres y demás visitantes fueron evidentes. Estas son algunas de sus opiniones: Aprendimos cosas nuevas. Nos divertimos. Conocimos estudiantes de otros cursos. Descubrimos nuestros talentos. El tiempo pasó muy rápido. Nos sentimos orgullosos…
En Beth Shalom seguiremos promoviendo este tipo de encuentros, que hemos llamado clubes, en los que cada niño y joven tenga oportunidad de explorar su vocación, descubrir sus habilidades y desarrollar competencias. Clubes en los que la alegría, la creatividad, el emprendimiento, el trabajo en equipo con estudiantes de diferentes edades y grados, para llegar a una meta común, son algunos de los beneficios que se ofrecen a sus asociados.
Y tú…¿a cuál club quieres ir?